miércoles, 15 de mayo de 2019

Cumpleaños de Alfonso XIII y Exposición Universal de Barcelona de1888


Algunos de los buques de guerra que permanecieron en el puerto de Barcelona con motivo de la Exposición Universal de 1888. (Fotografía; La Ilustración artística, 9 de Julio de 1888, pág 228).


A las 4,30 h. del día 17 de Mayo de 1888, los cerca de 70 buques de guerra nacionales y extranjeros reunidos en Barcelona con motivo de la Exposición Universal dispararon simultáneamente salvas de artillería para celebrar el segundo cumpleaños de Alfonso XIII, que había llegado en tren el día anterior con la familia real.


Salón de Fiestas del Palacio de Bellas Artes, durante la ceremonia inaugural de la Exposición Universal de Barcelona, 1888. (Detalle de fotografía de Audouard y Cia.; La ilustración Española y Americana, 30 de Mayo de 1888, pág. 3419).


Diez días después, fue la inauguración de la exposición, en el Salón de Fiestas del Palacio de Bellas Artes, presidida por el rey y su madre, la reina regente María Cristina de Austria. Alfonso XIII, estaba sentado en el trono, vestido de blanco y con gorro de plumas, y delante, sobre unos almohadones, las infantas María de las Mercedes princesa de Asturias y María Teresa, también de blanco. A su izquierda, la reina María Cristina, la duquesa de Edimburgo y el duque de Génova; a la derecha el duque de Edimburgo y los príncipes Ruperto de Baviera y Jorge de Gales — luego rey Jorge V—; y detrás, el duque de Medina Sidonia, el conde de Heredia-Spínola y el general Castillo. Tras sendos discursos del alcalde de Barcelona y del comisario real de la Exposición, el presidente del Consejo de Ministros, Práxedes Mateo-Sagasta, por mandato de la reina y en nombre de Alfonso XIII, declaró abierta la exposición.1


El presidente del Consejo de Ministros declara abierta la Exposición Universal. (Detalle de dibujo de Comba; La ilustración Española y Americana, 30 de Mayo de 1888, pág. 344)


Según Sir Albert Hastings Markham,* que fue uno de los invitados a la ceremonia, el niño-rey se comportó magníficamente, hasta que al aburrirse durante la lectura del último discurso y atraído por algo que vio en el uniforme del duque de Edimburgo, le dieron muchas ganas de cogerlo y una de sus hermanas tuvo que calmarlo2 (Trad. AFM).

*Albert H. Markham, era el comodoro del Training Squadron, que junto al Mediterranean Squadron, comandado por el duque de Edimburgo, formaban la representación naval británica en la Ciudad Condal para la Exposición Universal.2

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